Outsourcing inteligente

Mi reflexión de hoy: el outsourcing es bueno para las empresas si se aplica de forma correcta. En muchos casos no es así.

La externalización de servicios aporta grandes beneficios: en primer lugar, la estructuración de unos costes fijos, lo que se traduce en activos de menos riesgo. El outsourcing es una gran medida para profesionalizar servicios que no pueden ofrecerse dentro de la organización y centrarse en los procesos core.

Desde mi punto de vista, en realidad muchos de estos factores no aplican debido a: empleos precarios, formación insuficiente, costes superiores, etc. Vamos a ver algunos ejemplos:

  • Requiero de mantener niveles de servicio de clase mundial y mi equipo interno no es capaz de ofrecerlo -> Probablemente un equipo de personas donde la rotación en los puestos es frecuente y los puestos son “volátiles” no cumplirá con estas espectativas.
  • Necesito mantener actualizada mi infraestructura -> La actualización debería ir ligada a la generación de conocimiento e historia de la empresa. En la situación del outsourcing, donde los proyectos duran 2 o 3 años (como mucho) probablemente actualizaremos la infraestructura, pero no contaremos con una base histórica.
  • Necesito gestionar mejor mis costes de operación, o de desarrollo -> Podremos contar con costes fijos, muy importantes a la hora de perpetuar fusiones, división de las organizaciones, reestructuraciones o venta de capitales, pero arriesgando el dimensionamiento de un equipo, la inmadurez del grupo como tal, puede hacernos caer en muchos gastos imprevistos.
  • Necesito nuevos servicios y no tengo la capacidad interna de implementarlos -> En muchos casos, el link entre los nuevos servicios y las tecnologías ya establecidas no resultarán estables por no estar completamente integrados en la organización.
  • Quiero que mi equipo interno, con experiencia y conocimiento de negocio busque ventajas estratégicas en lugar de operar -> Raramente un equipo de personas sin base de conocimiento histórico sobre una organización y su modelo de negocio, puede aportar ventajas estratégicas en el modelo día a día.

Quizás mi opinión respecto al outsourcing sería totalmente distinta si ésta se acercase a la filosofía de otros países en los cuales la base práctica se aplica con menor distancia a la base teórica.

En cualquier caso, dejamos para la siguiente entrega los factores positivos del outsourcing.