En primer lugar, es curioso percatarse
de que Google ha ido adquiriendo muchas de aquellas startups que han
introducido servicios exitosos: Youtube, Feedburner, Jaiku y muchos
otros. Así pues, Google no siempre marca tendencias, y aunque a menudo
lo hace, últimamente dedica gran parte de sus esfuerzos en adquirir
cuotas de mercado.
Lo interesante de la compra de Jaiku por parte de Google, a mi parecer, es la sinergia en que
estamos sumidos actualmente. Dedicamos menos tiempo a las relaciones
sociales con las personas cercanas, y por otro lado, explotamos al
máximo las relaciones entre semejantes -tecnológicamente hablando, por
supuesto- exprimiendo al máximo el número e importancia de los
contactos.
Desde luego, el blogging ha sido el fenómeno estrella que ha
acercado Internet a la población; la convergencia entre la tecnología,
la sociedad, y más concretamente, las personas. Jaiku y Twitter són la
expresión minimalista de los blogs, pero también se encuentran más
cerca de la delgada línea que separa la privacidad y las relaciones
sociales.
¡Ojo! No digo que deban tratarse como dos herramientas diferentes,
pero a veces hacen falta más de cinco palabras para decir las cosas. No
es lo mismo escribir en tu blog personal “Estoy en la cárcel estudiando
el comportamiento de los reclusos frente a las nuevas tecnologias”, que
publicar en Twitter “Estoy en la cárcel” o incluso “Estoy en la cárcel
estudiando”. ¿Se trara únicamente de una cuestión de longitud de texto?
No. La gente necesita expresarse, contar cosas.
Desde mi punto de vista, sobre este particular (microblogging), no
metería en el mismo saco a Twitter y Jaiku. El primero únicamente
permite hacer saber a nuestros contactos qué estamos haciendo en un
momento concreto, mientras que el segundo nos permite reunir
suscripciones de nuestras publicaciones en la red, y de este modo,
aunar nuestra “presencia”.