Los productos caducan, a veces en un día; las ideas en una hora; las ocasiones en segundos.
Teniendo en cuenta la importancia de trabajar en una estrategia de negocio dinámica y adaptada a los tiempos actuales, las nuevas tendencias deberían promover un cambio radical en el modo de pensar de muchas empresas. Obviamente el negocio de muchas organizaciones ha dejado de serlo y los productos finales ya no pueden satisfacer las necesidades de los consumidores, bien porque los se pueden obtener sin coste (legal o ilegalmente) o bien por la generación de nuevos mercados y servicios. Todo esto comporta la necesidad de generar nuevas formulas de negocio para llegar a los consumidores finales.
Para darle una vuelta más realista a todo esto podemos recordar el caso de una empresa que estaba a punto de presentar un nuevo producto basado en la comercialización de vídeo sobre demanda, basándose en los ingresos futuros que puede generar este tipo de servicio debido a las prohibiciones de reproducir material con derechos de autor y el coste del canon. El día anterior a la presentación del producto una sentencia fallaba a favor de la utilización de redes P2P (eMule, BitTorrent …) y dejaba sin cargos a los autores materiales de la copia de estos recursos. Cómo podéis imaginar, a un día del lanzamiento del producto las expectativas sobre su rentabilidad cayeron disparadas. En pocas horas, la compañía articuló el modo de ofrecer el mismo servicio (vídeo bajo demanda) de manera gratuita para los usuarios finales, añadiendo nuevos servicios de valor añadido y cobrando a los sponsors.
Una vez más, podemos ver como la adopción de nuevos modelos de negocios puede comportar la producción de nuevos servicios, e incluso introducirnos en nuevos mercados. Si vender un CD/DVD es poco rentable, pensamos como vender algo más que la música que hay dentro del medio.