Aunque constantemente se remarca la carencia de un criterio de consenso respecto a los límites de la Responsabilidad Social Empresarial (o Responsabilidad Social Corporativa), deberemos situar el concepto en el marco social que aplique a cada circunstancia. Así pues, más allá del valor añadido y situación competitiva de las empresas, debemos pensar en qué bando se sitúan las acciones de éstas (publicidad o responsabilidad social), refiriéndonos a los iconos sociales y personales.
Para referirnos al impacto del anuncio publicado recientemente por la conocida marca de ropa, nos ayudará conocer primeramente los diferentes enfoques de mejora que rodean la RSE:
- Calidad de vida laboral.
- Medio ambiente
- Comunidad dónde está implantada la empresa.
- Márqueting para desarrollar una comercialización responsable.
- Ética empresarial
En este caso, podemos constatar que el esfuerzo primero de la marca de ropa corresponde a mejorar el márqueting para desarrollar una comercialización respoanble, remarcado un problema social muy importante: la anorexia.
Por otro lado debemos considerar el impacto del anuncio utilizando la sensibilidad social como forma de publicidad empresarial; yo no veo la tele, nunca habría sido consciente de un anuncio de esta marca si no fuese por su impacto social.
¿Dónde se sitúa el límite de responsabilidad? En el entorno social al que va destinado el marketing de la empresa. Desde mi punto de vista, y compartiendo la visión de Milton Friedman, las empresas deben dedicar sus esfuerzos a la gestión responsable de esta, prescindiendo de todo corriente y moliente que estimule la sensibilidad social. Estas prácticas corresponden a organismos que desarrollan las tareas de manera independiente y objetiva.