Dando un vistazo al artículo de Ismael sobre las predicciones de Wikia, me he parado a reflexionar sobre el presente y futuro de los buscadores. Existe mucha información en la red. ¿Demasiada? Seguramente sí. Hay que destilar el contenido bueno de la mera publicidad, información pobre, inexacta o incluso falsa. Ningún problema, siempre podemos seguir el manual de buenas prácticas para encontrar rápidamente aquello que buscamos.
Sin desmerecer la valiosa información que proporcionan los buscadores, y mucho menos las aportaciones individuales para crear un sistema de búsquedas basado en valores sociales, opino que el modo de presentar la información de la red debe converger hacia otros extremos.
Los algoritmos de búsqueda basados en la «importancia» de las páginas son superfluos; ¿importante para quién? ¿porqué tiene muchos enlaces? Yo quiero información útil, fiable y bien presentada. No me importa cuántas páginas la enlacen. Por otro lado, la ponderación de resultados mediante la valoración de los usuarios puede resultar demasiado emocional, déjando de lado la vertiente filosófica de la racionalidad. ¿Estamos listos los usuarios para valorar una página por la calidad de sus contenidos? ¿o todavía nos dejamos impresionar por diseños bonitos, popularidad y menús animados?
Yo apostaría por las redes neurales artificiales; se liberan, aprenden, mejoran y se expanden. ¿Qué mejor que extrapolar algo únicamente cuando funciona bien?