Hay pocas cosas que recomiende a todo el mundo; una de ellas es el Roomba y la otra la meditación.
Hace un par de días que volvimos de nuestro segundo curso de 10 días de meditación Vipassana y me he animado a escribir una reseña para intentar explicar algunas preguntas que me suelen hacer cuando hablo a la gente de Vipassana.
La meditación
A menudo, cuando hablamos de la acción de “meditar”, la primera idea que nos viene a la mente es que vamos a concentrar la mente en un tema concreto. Esta confusión viene del modo en que utilizamos la palabra “meditar”: “voy a meditar esta decisión” o “déjame que lo medite y te digo algo”.
La meditación es una disciplina que busca mantener estado de máxima atención, tranquilidad y relajación, a través de diferentes técnicas. El objetivo final es mejorar la calidad de vida de las personas, aportando diferentes beneficios como la disminuir los niveles de estrés, aumentar la capacidad de concentración, reducir la hipertensión arterial o mejorar el sistema inmunológico.
Vipassana
És una de las múltiples técnicas que existen para meditar. Se basa en la ejercitación de la consciencia plena mediante la auto-observación. En primer lugar se observa la respiración para poder agudizar la mente y posteriormente, se observan las sensaciones del cuerpo. Durante la observación de de las sensaciones se busca mantener la ecuanimidad (no sentir apego ni rechazo a éstas) y así poder mantener un estado de tranquilidad cuando las situaciones que provocan estas sensaciones se presenten.
Religión, fe ciega y otras hierbas
El principal motivo por el que me interese en Vipassana es que se centra en la práctica de la meditación y deja de lado aspectos religiosos, creencias y fe ciega en ritos o rituales. En la práctica de esta técnica no existen rezos, ni figuras que adorar, ni entes abstractas que se acepten sin cuestionar. Tampoco se repiten cánticos, ni se utilizan aromas o sustancias psicotrópicas que generen estados mentales concretos. La técnica busca precisamente escapar de cualquier aspecto que distraiga la mente y mantenerla lo más cerca de la consciencia posible.
Cómo es el curso de meditación de 10 días
Lo primero que hay que tener claro es que es duro. De igual modo que recomiendo a todo el mundo probar esta técnica, también sugiero hacerlo cuando se tenga la energía y determinación para hacerlo. Y especialmente, si decides probarlo, haz todo para completarlo. No lo dejes a medias.
¿Por qué es duro? Se dedican muchas horas al día a la auto-observación (algo a lo que la mente no está acostumbrada) y se mantienen posiciones para meditar que pueden ser incómodas físicamente. También puede resultar difícil adaptarse a los horarios: levantarse a las 4am, desayunar a las 6,30am, comer a las 11am y cenar muy ligero (fruta o limonada) a las 5pm.
Hay 3 sesiones de meditación en grupo en las que todo el mundo está en la misma sala y el resto de horas de meditación pueden hacerse en la sala o las habitaciones, dependiendo de las instrucciones del profesor. Entre cada sesión hay un descanso corto y después de cada comida hay un descanso largo, durante los cuales está muy bien poder caminar por los jardines.
Durante los 9 primeros días del curso no se puede hablar ni comunicarse con el resto de estudiantes de cualquier otro modo (con señas, etc) y tampoco se permite comunicarse con el exterior, utilizar teléfonos, etc. Tampoco se puede leer, hacer ejercicio ni practicar ningún tipo de religión.
Quién puede hacer el curso
Existen algunas restricciones para apuntarse al curso si, por ejemplo, se padecen desordenes mentales agudos. Pero en general, cualquier persona puede hacer el curso. Si tienes problemas físicos tales como doler de espalda y no puedes meditar sentado en el suelo, te proporcionaran sillas o similar. También hay que tener en cuenta que es muy recomendable seguir los horarios e instrucciones de los profesores pero si en algún momento has de interrumpir la meditación, nadie te dirá nada.
Cuánto cuesta
Los cursos se financian con las aportaciones voluntarias de estudiantes que hayan cursado como mínimo un curso. No hay ningún coste de inscripción pero si tras finalizar el curso la pesona cree que ha sido útil y beneficioso, puede hacer la aportación que crea conveniente para que otros estudiantes puedan hacer el curso.
Algo muy importante a tener en cuenta es que, además de las aportaciones que cubren los gastos económicos de los centros, los cursos son posibles gracias a la colaboración de voluntarios que trabajan como servidores antes, durante y después del curso, en aspectos como la cocina, limpieza y mantenimiento del centro. Del mismo modo, hay personas que regularmente aportan sus conocimientos y habilidades en diferentes areas que hacen posible el funcionamiento de los cursos y los centros.
Codigo de disciplina
Es condición indispensable seguir un código de disciplina que todos los estudiantes han de cumplir mientras están en el curso:
- Abstenerse de matar a cualquier criatura;
- Abstenerse de robar;
- Abstenerse de toda actividad sexual;
- Abstenerse de mentir;
- Abstenerse de todo tipo de intoxicantes.
Además, los estudiantes que ya han completado anteriormente algún curso han de cumplir 3 puntos adicionales:
- Abstenerse de comer después de las doce.
- Abstenerse de entretenimientos sensoriales y de llevar adornos
- Abstenerse de utilizar camas lujosas.
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