Ya hace unos diez años que visité India por primera vez y me encantaron sus paisajes y sus gentes; tanto, que Karen y yo decidimos visitar India nuevamente en un viaje más largo donde pudiésemos conocer con más detalle su cultura y sus gentes. También he tenido la suerte de trabajar con gente de aquí y hacer muchas amistades con personas que me han enseñado los encantos de la India.
La India es un lugar mágico: sus colores, costumbres y gastronomía son increíbles. Es un lugar que hay que visitar, pero no como turista despistado. Me explico: la frecuencia y magnitud de las estafas hacia los turistas es de una enorme magnitud y frecuencia.
Desde que llegamos a Delhi decenas de personas han intentando estafarnos de diferentes maneras. Todo empezó a los pocos minutos de salir del hotel por primera vez: un chico muy amable se acercó a nosotros y tras charlar amablemente sobre España, nos preguntó qué zona estábamos buscando y nos advirtió que tuviésemos cuidado pues la calle por la que caminábamos no era segura. Nos acompañó amablemente hasta una zona más transitada donde nos condujo a un Autorickshaw que nos llevaría a la oficina de turismo del gobierno, donde nos darían pases gratis para poder visitar la estación. Además nos consiguió un precio muy barato para el viaje en el taxi. Nos pareció un tipo muy amable ya que al final y al cabo estaba nos estaba ayudando a protegernos en una zona muy insegura. Cuando llegamos a la supuesta oficina de turismo del gobierno un tipo muy gentil nos dio una charla sobre la India y concluyo con una sugerencia muy insistente de que contratásemos todos nuestros viajes a través de la supuesta agencia del gobierno: solo nos pedía unos 3000 euros por persona por los desplazamientos y hoteles de 15 días. A esa altura ya nos habíamos dado cuenta de que se trataba de una estafa y gentilmente declinamos cualquier propuesta de esta persona, lo cual pareció no sentarle muy bien ya que había invertido 1 hora y media en darnos información turística sobre el país. Daño colateral: los 0,20€ que pagamos al conductor del Autorickshaw; beneficio: 1 hora y media de información turística del país. No nos podemos quejar.
En Delhi nos han intentando estafar prácticamente cada pocos minutos. En otras ciudades los intentos de estafa suceden más espaciados. Desde conductores de taxi intentando llevarnos a otras oficias de turismo falsas, chantajistas que nos invitan a comprar entradas para los monumentos y así evitar que las mujeres sean manoseadas en la cola, hasta grupos de personas coordinadas que nos bloquean la entrada a la estación de trenes indicando que debemos comprar un pase en otra oficina (falsa obviamente). Todo esto delante de la policía que mira hacia otro lado. Tampoco escasean los taxistas deshonestos que reciben comisión por llevar a los turistas a hoteles diferentes de los que han contratado con argumentos falsos (el más común: el hotel se ha quemado) o que simplemente se niegan a llevarte sin no pagas un precio muy elevado por el trayecto. Estos son solo unos pocos ejemplos de los interminables intentos de estafas en los lugares más turísticos.
Las estafas a turistas no terminan con este selecto grupo de timadores. En la casa de cambio verás como el agente se queda con unas cuantas rupias para su bolsillo. La misma escena se repite cuando vamos a cambiar dinero al banco. En la tienda de Vodafone nos dan de alta una tarjeta SIM con un saldo de 500 rupias y cuando se activa la línea tras unas horas el importe que nos han cargado es de solo 200 rupias. Los taquilleros del metro se niegan a vendernos 2 billetes por valor de 44 rupias si no les pagamos 400 rupias, el taquillero del tren se queda con 50 rupias y el taquillero de los museos nos vende una entrada combinada para el día siguiente, que no es necesario pagar pues todos los museos son gratis. La mayoría de veces la solución es simplemente negarse al chantaje o amenazar con llamar a la policía. Aunque a veces parece más sensato pasar por el alto algunas cosas. Por ejemplo, otros viajeros comentan que si no pagas un sobreprecio por los billetes de tren, simplemente te dirán que no hay disponibles.
La India es un país complejo y estas prácticas deshonestas hacia los turistas es un problema diminuto comparado con los enormes retos a los que se enfrenta el país. Si tienes ganas de visitar la India, no te lo pienses ni un solo momento, pues es un lugar increíble.