Reinventando los productos

Los productos caducan, a veces en un día; las ideas en una hora; las ocasiones en segundos.

Teniendo en cuenta la importancia de trabajar en una estrategia de negocio dinámica y adaptada a los tiempos actuales, las nuevas tendencias deberían promover un cambio radical en el modo de pensar de muchas empresas. Obviamente el negocio de muchas organizaciones ha dejado de serlo y los productos finales ya no pueden satisfacer las necesidades de los consumidores, bien porque los se pueden obtener sin coste (legal o ilegalmente) o bien por la generación de nuevos mercados y servicios. Todo esto comporta la necesidad de generar nuevas formulas de negocio para llegar a los consumidores finales.

Para darle una vuelta más realista a todo esto podemos recordar el caso de una empresa que estaba a punto de presentar un nuevo producto basado en la comercialización de vídeo sobre demanda, basándose en los ingresos futuros que puede generar este tipo de servicio debido a las prohibiciones de reproducir material con derechos de autor y el coste del canon. El día anterior a la presentación del producto una sentencia fallaba a favor de la utilización de redes P2P (eMule, BitTorrent …) y dejaba sin cargos a los autores materiales de la copia de estos recursos. Cómo podéis imaginar, a un día del lanzamiento del producto las expectativas sobre su rentabilidad cayeron disparadas. En pocas horas, la compañía articuló el modo de ofrecer el mismo servicio (vídeo bajo demanda) de manera gratuita para los usuarios finales, añadiendo nuevos servicios de valor añadido y cobrando a los sponsors.

Una vez más, podemos ver como la adopción de nuevos modelos de negocios puede comportar la producción de nuevos servicios, e incluso introducirnos en nuevos mercados. Si vender un CD/DVD es poco rentable, pensamos como vender algo más que la música que hay dentro del medio.

¿Qué haces para innovar?

«Innovación» es una de las palabras más utilizas hoy en día. Me encanta la innovacion especialmente por lo que es; no únicamente  un proceso concreto, sino además todas esas pequeñas contribuciones que vienen de cualquiera en la organización (no únicamente los CxOs).

Hay diferentes formas de trabajar en la innovación: estimular a los empleados, mejorar los procesos, mejor comprensión y gestión de requerimientos de los clientes, nuevas estrategias, … todos puede ser innovación.

Me atrevería a destacar tres reglas específicas para la innovación:

  1. Es un modo de hacer las cosas, no una técnica ni un proceso.
  2. Requiere de una clara estrategica, mentes creativas y esfuerzos continuos.
  3. Toda la compañía, y especialmente los CxO, deben participar en la innovación. No funciona únicamente algunas personas lo intentan.

Vale, todo el mundo innova, pero ¿qué hacemos exactamente cada uno de nosotros para innovar?

Hace unos días lancé esta pregunta a mi red de contactos en LinkedIn. He de confesar que soy un fanático de este portal de networking; cada día encuentro gente creativa, con muy diferentes puntos de vista y experiencias muy enriquecedoras.

He recogido todas estas aportaciones, que podéis encontrar resumidas en la siguiente lista. Os invito a darles un vistazo, son realmente intenresantes.

  • En aquellos proyectos en los que simplemente se reutilizan procesos e información, introducir nuevas ideas constantemente para atraer la atención del usuario final.
  • Extrare el máximo provecho de las diferentes opiniones y la diversidad de ideas.
  • La innovación no es una prioridad para la Directiva, y por lo tanto, es necesaria una doble jerarquia en la empresa para que la innovación sea posible: por un lado la Dirección y por otro, la experiencia.
  • Suprimir las barreras entre clientes y empleado. Compartir y discutir los segmentos de conocimiento a través de PLC.
  • Escuchar.
  • La innovación no es lo que los innovadores hacen, es lo que los clientes y usuarios adoptan.
  • La innovación no se debe forzar. Muchas veces las ideas más simples son las mejores.
  • Es necesario sentido común, conocimiento, creatividad, mentes abiertas y una actitud positiva.
  • Hacer muchas preguntar y pensar bien antes de responder.
  • Estandarizar el léxico y el lenguaje para evitar problemas de comunicación y malentendidos; de este modo es posible contar con las opiniones de todas aquellas personas que pueen aportar algo interesante.
  • Ser totalmente responsable de las situaciones y aceptarlas tal como son. Entender como se ha llegado hasta ese punto y hacerse responsable de ello. A partir de aquí, dejar fluir la mente, explorar nuevas vistas y hacer nuevas conexiones.
  • Mirar hacia atrás, reflexionar sobre lo que se está haciendo y reflexionar olvidando lo que se ha hecho hasta ahora. Generar nuevas ideas sin influencias del camino recorrido.
  • Aprender, aislar lo aprendido y volver a aprender.
  • Integrar la innovación con la estrategia gobal de la empresa.
  • La Dirección debe involucrarse activamente en los procesos de innovación.
  • Innovar únicamente si crees que el mercado lo necesita.
  • Hay que arriesgar. Ser flexible pero prudente.
  • La Dirección debe preguntar «Qué» y «Por qué», pero nunca «Cómo».
  • La innovación tiene que basarse en los planes: presupuestos, calendarios,
  • Convertir ideas en proyectos innovadores.
  • Cooperar con organizaciones de I+D.
  • Conseguir los recursos necesarios: humanos y materiales.
  • Integrar la cultura de la innovación en la empresa.
  • Hay que separar dos visiones completamente opuestas en la empresa: los que hacen ganar dineros y los que ayudan a éstos a hacer ganar dinero.
  • Utilizar sistemas de gestión de ideas.
  • La innovación está estréchamente ligada a la calidad de los análisis, el diseño de las soluciones y la capacidad para transformar las ideas en soluciones tangibles.
  • Es necesario un equipo de personas que conozcan perfectamente los frutos de la innovación y la importancia de la persistencia.
  • Se necesita una cultura que invite al cambio.
  • Es importante medir los resultados de la innovación y mostrarlos.
  • La innovación comienza cuando dos ideas sin conectar coinciden. La gente creativa tiene la facilidad para conectarlas más rápidamente.
  • Hay que mapear ideas y preguntarse como éstas se relacionan con los procesos que estamos llevando a cabo.
  • Premiar la creatividad de los empleados para que promuevan soluciones creativas e innovadoras.
  • Creatividad, previsión y flexibilidad.
  • Empezar imaginando, desarrollar el resultado como algo creativo y convertirlo en innovación.
  • Para pensar en innovación es preciso: desacuerdo con el estado actual de las cosas, curiosidad y coraje.
  • Hay que encontrar la combinación exacta de estimulación, entorno, inspiración y energía.
  • La innovación no es solo una parte de la creatividad.
  • La innovación es el producto de un entorno particular y es posible crear este entorno.

 

Innovación en las TICs

La innovación se percibe a menudo como un modelo de gestión más o incluso una práctica dentro de la rutina habitual de las empresas, y especialmente, en el mundo de las Tecnologías de la Información. Personalmente no dudo de que se trata de un pensamiento estratégico y se debe digerir como una filosofía y no como una práctica.

Esta tarde tenía una conversación con un compañero -una persona con larga carrera a las espaldas- y me comentaba que después de casi cuarenta años de profesión, en los que había conseguido sus metas, lo que realmente llamaba su atención en estos momentos es seguir con su rol pero con otro cometido: ofrecer servicios de consultoria con un alto nivel de calidad real. Opina que en repetidas ocasiones se venden proyectos en los que el producto o los servicios son buenos o aceptables pero quedan demasiado distantes de un resultado EXCELENTE.

Pensando en los factores que pueden sustentar a una consultoría que ofrezca un alto porcentaje de servicios excelentes rápidamente viene a la mente las repetidas declaraciones de principios de las ¿decenas? ¿cientos? de empresas tecnológicas que nacen cada día. A continuación solo queda espacio para trazar una gráfica exponencial en el espacio bidimensional dinero-calidad. Probáblemente los términos «cost reduction» y las crísis pasadas puedan decirnos mucho al respecto. Y es que en un mercado tan cambiante y competitivo como es la tecnología, ofrecer servicios de calidad a bajo coste parece un reto imposible.

Centrándome en los modelos de negocio de varias empresas cercanas a mi, consigo encontrar el valor de la marca, el servicio económico, los proyectos especializados y las actividades temporales. En ningún caso aparece la componente «calidad» para definir la percepción de los diferentes clientes y proveedores como el máximo exponente de estas compañías. A simple vista parece imposible ofrecer un buen servicio si éste no resulta caro para el cliente final, así que intento buscar otros puntos de flexión que puedan garantizar altos baremos de calidad en una empresa. Esto me hace recordar un mensaje de Dídac López sobre el papel de la innovación en las TIC, en el que comenta que mucha gente lo considera un arte y no únicamente una práctica. Esto viene a decir pues, que la capacidad de generar nuevos entornos de gestión tecnológica y presentar la visión de una empresa como un ente nuevo y visionario están pendientes de una mano hábil.

Lo siguiente que debemos plantearnos es el límite entre la innovación y la oportunidad. Innovar es crear algo nuevo. Salimos de los patrones y generamos una idea o ideas potentes que caracterizan el modelo de una empresa como una retroalimentación de la tecnología contemporanea. Innovamos con el día a día. Por el contrario, si luchamos por vender un producto nuevo y sin explotar, estamos encontrando la oportunidad. ¿El boom de las .com fue innovación o oportunidad? Podemos dividir dos frentes: la idea sobre el modelo de negocio (innovación) y la explotación global de la idea (oportunidad). Así pues, la innovación va reñida con el plagio de modelos.

Tras esta reflexión podemos constatar que innovar nos conduce a crear valor diferencial sobre otras organizaciones y este valor nos conduce a la optimización del día a día. No hay duda: en las TIC nos viene al pelo la dicha «innovarse o morir». Y sí, probablemente se trate de un arte que no está al alcance de todos. De otro modo nos encontrariamos con un mayor número de empresas competitivas en las que parte de su valor diferencial se basa en la fuerza para adaptarse a los cambios e innovar día a día en los procesos, servicios, productos y mil puntos estratégicos.