¿Y tú cómo gestionas?

El modelo propuesto por Tannenbaum y Schmidt muestra la relación entre el nivel de libertad que el manager proporciona al equipo y el nivel de autoridad utilizado por manager. Tanto como crezca el nivel de libertad del equipo, en esa misma proporción decrece el nivel de autoridad del manager.

En este sentido, se proponen 7 niveles de libertad delegada:

  • El Manager decide y comunica la decisión.
  • El Manager decide y vende la idea al equipo.
  • El Manager presenta la decisión con un conjunto de ideas de apoyo e invita a discutirlo.
  • El Manager propone una decisión provisional e invita a discutirlo.
  • El Manager propone la situación o problema, invita a discutirlo y luego decide.
  • El Manager explica la situación, define los parámetros y pide al equipo decidirlo.
  • El Manager permite al equipo identificar el problema, desarrollar las opciones y decidir las acciones dentro de los límites disponibles.

Para al análisis utilizamos la figura de Steve Ballmer. El Directivo de Microsoft trazó una estrategia especial para la comunicación del desarrollo de su sistema operativo Windows 7. Una vez gestada la idea inicial y trazada la estrategia, inició una serie de comunicaciones internas en las que hicieron demostraciones del sistema a sus empleados.

Podríamos decir que en la situación actual de esta organización, en la que sus productos están recibiendo metiera críticas y necesitan de un apoyo fuerte de su imagen y credenciales de sus productos, es vital que sus empleados se convierten en embajadores de los sus productos.

Podemos pensar pues que este directivo ha tomado una serie de decisiones cerradas (sin derecho a discusión) que no sólo comunica a los equipos de trabajo, sino que además tiene que vender internamente. Estaríamos en el segundo caso:

  • El Manager decide y vende la idea al equipo.

Sin embargo debemos pensar que no sólo ha sido su decisión. Probablemente detrás hay un órgano de gobierno suficientemente importante para apoyar esta decisión.

Niveles de servicio en Outsourcing

niveles_servicio.jpgHace unos días, un lector me preguntaba de qué modo se pueden calcular los niveles de servicios cuando hablamos de Outsourcing, algo muy útil para balancear los SLA.

Lejos de presentarse como un criterio unificado o una colección de convenciones, acordar los niveles de servicio requiere de una estrategia muy clara, y sobretodo mucha conversación entre cliente y proveedor. Es necesario clarificar qué se está externalizando, qué se espera del servicio, y sobretodo, cuáles son los indicadores del servicio externalizado (cumplimiento de la planificación, volumen de resolución de incidencias, …).

Otro punto a tener en cuenta es el ROI. Y es que no todo retorno es cuantificable en dinero. ¿Qué hay del conocimiento y el volumen de negocio? Son niveles de servicio que habitualmente no se cuantifican y tienen gran importancia para el negocio. Podemos encontrarnos con un desembolso inicial importante para poner en marcha un proyecto, con una respuesta de servicio mediocre y pasado un tiempo recibir los frutos de ese esfuerzo inicial. Estariamos balanceando el nivel de servicio versus la inversión. Muy importante, en casi cualquier externlización, los frutos tardan en llegar; a veces incluso no llegan.

En resumen, para medir niveles de servicio, éstos deben estar identificados y acordados entre cliente y proveedor. No siempre es posible conseguir una referencia de cualquier medida y la curva de resultados puede evolucionar drásticamente con el paso del tiempo.