Kyoto, Ikebukuro, Kawagoe, Ginza,Shibuya y más

Han pasado algunos días desde la última vez que os conté como avanzaba nuestra aventura por Japón, y no se para menos. El país el sol naciente es precioso, pero también muy agotador. Un gran cúmulo de asombros, cosas nuevas cada día y sinfín de admiración. En Japón, a diferencia de otros lugares, no eres simplemente un turista descubriendo monumentos. Aquí la mayor atracción es respirar la cultura, el respeto y el ambiente; y además contemplar miles de otras atracciones visuales.

Y una vez he encontrado una buena excusa como prólogo, me siento en posesión de suficientes argumentos como para olvidar la cronología en los eventos que voy a compartir con vosotros 🙂

La visita a Kyoto era una de los hitos más esperados. Había escuchado decir repetidas veces que Kyoto es el auténtico Japón y Tokyo una réplica de Nueva York con aires orientales. Quizás no lo he sabido apreciar, pero mi opinión es totalmente contraria y pienso que Tokyo mantiene un ambiente mucho más japonés, no por sus ubicaciones pero sí por sus gentes. Kyoto es un lugar precioso, lleno de templos y grandes lugares tradicionales para visitar, como el barrio de las Geishas. Sin embargo, los aires turísticos han prostituido en gran medida estos lugares. Un gran dominó de tiendas con precios desorbitados en forma de corredor hacia los templos, entradas de pago a los templos dignas de mención y un gran cúmulo de comerciantes intentando venderte cosas. Grandes colas de turistas por doquier y tumultos bloqueando cualquier suspiro de tranquilidad completan un panorama totalmente enfocado al negocio.

En cualquier caso, un destino muy bonito por sus preciosos templos que conservan todo su carisma oriental y las grandezas de otros tiempos.


[Callejón de tiendas subiendo a un templo de Kyoto]


[Templo en Kyoto]


[Mujeres caminando por Kyoto con trajes típicos]


[Templo Dorado en Kyoto]

Otro de los dias hemos pasado por el salon AMLUX de Toyota. Allí hemos visto los últimos modelos de la marca, que por cierto, son preciosos, además de algún coche de carreras. Pudimos utilizar simuladores de seguridad para ver el comportamiento de los coches ante situaciones de peligro y observamos de cerca los componentes utilizados para su construcción.
Hay algo especial que me gustaría destacar respecto a la visita a AMLUX: después de visitar el edificio sabes que tu próximo coche va a ser un Toyota. Y ningún comercial se ha acercado a vendernos las maravillas de sus coches, pero hemos podido ver de cerca como la marca japonesa se preocupa por la seguridad, sin que nadie nos lo cuente. Lo hemos experimentado.

No tengo pensado cambiar de coche, así que por el momento os dejo con algunas fotos.


[Interior de un coche en AMLUX]


[Coche de rally en AMLUX]


[Coche de exposición en AMLUX]


[Muestra sistemas de protección en AMLUX]

Ese mismo día, más tarde, nos acercamos a uno de los templos más famosos de Tokyo -y de pasada por un mercado- para contemplar algunas otras maravillas del arte oriental.

[Templo en Tokyo]


[Boletos de la suerte con las predicciones futuras]

Al día siguiente fuimos a la Bahía de Tokyo a disfrutar de unas vistas maravillosas en el «Bus Aquatico» y a continuación dimos un paseo por la zona. De esta parte solo os voy a dejar imágenes, porque sobran las palabras.


[Llegada del bus aquatico]


[Interior del bus aquatico]


[Vistas desde el bus aquatico]


[Vistas desde el bus aquatico]


[Vistas desde el bus aquatico]


[Vistas desde el bus aquatico]


[Bahía de Tokyo]

Al día siguiente visitamos Kawagoe, una zona no tan céntrica como las que habiamos visto hasta ahora, conocida por sus casas pintadas de negro. Estas viviendas fueron camufladas de este modo para evitar ser bombardeadas durante la guerra, de modo que a la vista de los enemigos, desde el cielo, parecian zonas sin construcciones o derruidas.

También, como no, en esa zona visitamos más templos 🙂


[Dragón en un templo de Kawagoe]


[Mercado tradicional en Kawagoe]

[Casa negra en Kawagoe]

Por la noche nos acercamos a Ginza, la zona pija de Tokyo, donde se pueden encontrar grandes edificios de las mas conocidas marcas, además de un sinfín de coches caros y gente muy a la moda. Aprovechamos para visitar la Applestore y descubrir los nuevos iPods Nano 🙂


[Calle de Ginza]


[Applestore de Ginza]


[Grandes anuncios en Ginza]

Al día siguiente teniamos pensado subir un monte pero como el día no acompañó mucho,  nos dejamos caer por el centro de Tokyo, donde pudimos divisar enormes edificios y el Palacio Imperial. Este último extremadamente vigilado y custodiado por numerosos guardias y puertas de acces. De echo, solo se puede ver a lo lejos (o pidiendo un pase).


[Rascacielos en Tokyo]


[Paso de zebra en Tokyo, llegando al Palacio Imperial]


[Palacio Imperial, Tokyo]

 


[Farolillos cerca de la Torre Tokyo]


[Torre Tokyo]

Hoy, que es nuestro último día en Japón, lo hemos pasado de compras por Ikebukuro (donde está nuestro hotel) y Akihabara. Por la tarde-noche hemos pensado que no podiamos despedirnos de este maravilloso país sin visitar el famoso cruce de Shibuya.


[Cruce de Shibuya, Tokyo]


[Cruce de Shibuya, Tokyo]

Y hasta aquí llega nuestro viaje amigos. Son las 4,19am y todavía sigo despierto a que llegue la hora de pillar el tren hacia el aeropuerto de Narita, para poner rumbo a casa. Nos esperan unas 15 horas de vuelo con escala en Amsterdam, de las cuales espero pasar muchas de ellas durmiendo, así que mejor no esperéis nuevas fotos 😛

Como resumen final, recomendaros a todos que visitéis Japón alguna vez en vuestra vida. No es simplemente una visita a un lugar desconocido, es aprender a reconocer la cultura del respeto y una gran forma de equilibrio.

 

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