Cualidades para superar la crisis

liderazgoA través de Barcelona Activa he llegado a un interesante artículo de Expansion y Empleo, donde Santiago Álvarez de Mon (Profesor Ordinario del IESE) habla de las cualidades necesarias para superar la crisis. Precisamente, habla de estos atributos de liderazgo que tanto escasean en muchas organizaciones. Me refiereo a la capacidad de dirigir el barco. A estas personas que hacen que “las cosas sucedan”.

Os adelantolas cualidades que Santiago propone:

  • Integridad y honestidad intelectual.
  • Inteligencia analítica.
  • Trabajo en equipo.
  • Sentido histórico del tiempo.
  • Humildad para reconocer errores, solicitar ayuda y levantarse después de la caída.
  • El arte de la comunicación.
  • Coraje para tomar decisiones impopulares.
  • Autoridad moral para pedir los sacrificios que toda crisis reclama.
  • Un compromiso filosófico con valores irrenunciables como la justicia y la solidaridad.
  • Espíritu maratoniano y estoico.
  • Espíritu de grandeza para apelar a lo mejor de cada ser humano.

Estoy intentando colocar estos puntos por orden de importancia y no es sencillo. Quizás de todos estos, los que priorizaría son:

  • Integridad y honestidad intelectual. Ante todo, hacer las cosas bien y con ética moral.
  • Humildad para reconocer errores, solicitar ayuda y levantarse después de la caída. Cuando la situación es complicada, probablemente significa que hemos cometido errores en el pasado o quizás podriamos haber hecho las cosas mejor. Es importante escuchar, agachar la cabeza y aprender.
  • El arte de la comunicación. Si cuando las cosas van bien es importante comunicar, cuando van mal, es todavía más importante. Trasmitir la motivación de las decisiones y el estado actual de la organización, hecho de manera adecuada, puede ayudar a consolidar el grupo como una única entidad luchando contra las adversidades. Los rumores son fatales.
  • Coraje para tomar decisiones impopulares. Esto es como la política: cuesta balancear los beneficios sociales con la prosperidad económica. El pulso no debe templar cuando las decisiones -siempre por el bien de la organización y las personas- requiere de sacrificios.

Podéis leer el artículo completo aquí.