¿Hablamos diferentes idiomas?

El tema que quiero plantear está alrededor de las dificultades de comunicación entre las personas que ocupan los cargos en la alta dirección de las organizaciones y los directores de TIC de las mismas.

Se me ocurren un alud de motivos por los cuales las comunicaciones no fluyen con la soltura que deberian:

  • Perseguimos objetivos de negocio similares pero con enfoque totalmente distintos. Las ventajas que la Dirección de TIC puede aportar es percibida, a menudo, únicamente como un gasto que siempre se debe reducir e incluso eliminar.
  • Desde la Dirección de TIC se habla de oportunidades tecnológicas propiciadas por ciertas tecnologías. En el resto de Direcciónes se habla de gastos en determinadas tecnologías, normalmente desconocidas. El desconocimiento provoca el rechazo.
  • El nivel de formación tecnológica de algunos Directores es insuficiente. Del mismo modo, también se presentan muchas carencias en las habilidades de negociación y gestión por parte de los departamentos técnicos.
  • Ambos bandos deberian complementar su formación y aprender a hablar un lenguaje intermedio. Perseguir los mismos objetivos y comprender las afecciones paralelas. Difícilmente se puede transmitir una necesidad, ventaja o idea si no hay comprensión mutua.
  • El Director de TI deber enlazar (alinear) la tecnología con el negocio. De alguna forma, tener un pie en cada area.
  • No podemos exigir una formación altamente tecnológica al equipo directivo. De algún modo, debemos adpatarnos a un lenguaje que éste sea capaz de comprender.

Una buena idea es dar un enfoque de negocio a la tecnología. Es decir, nada será una mejora tecnológica, en todo caso hablaremos de un mejor tiempo de respuesta, una reducción de costes y una mayor visibilidad para el resto de equipos Directivos, y para ello únicamente necesitaremos una inversión en tecnología. La definición del proyecto nunca comprenderá terminologías técnicas. Normalmente funciona mejor utilizar símiles o incluso fábulas. No olvidemos que la Dirección apreciará una explicación concreta, corta y muy clara.

Contrato de servicios tecnológicos

Un buen contrato de servicios debe ser completo y adecuado a cada situación, cubriendo todos aquellos supuestos generales que puedan presentarse. Sin embargo, deben tenerse en cuenta las particularidades de cada situación, así como el entorno y lugar de prestación de servicios.

En cualquier caso, el anexo del contrato deber especificar todas aquellas características técnicas, que por su naturaleza y densidad no están presentes en el texto del contrato, especificando cualquier detalle necesario.

En este artículo se analizan algunos puntos importantes que deben formar parte de cualquier contrato y las propuestas de enmienda, así como contrapropuestas sugeridas para mejorarlo. No se tratá de una guía de redacción, sino de un análisis de aquellos puntos que suelen fallar en la formalización de un contrato. La redacción particular depende de cada situación concreta y debe tener en cuenta la estrategia  de la empresa.

 

  • Actores y responsabilidad: En primer lugar, cabe destacar la necesidad de exponer correctamente las personas que toman parte en el contrato, así como su posición y potestad para decidir en el ámbito del acuerdo. Esto nos permitirá asegurar la responsabilidad y cumplimiento aceptado por persona/s con poder y alcance suficiente para la toma de decisiones que acontezcan en el resto del contrato.
  • Cometido principal: Los manifiestos expuestos en el contrato determinan el cometido principal, así como el alcance del contrato (detallado más adelante), eximiendo a los diferentes implicados de cualquier responsabilidad derivada de los hechos que se declaran en el contrato. La exclusión explícita del mantenimiento de los sistemas es una hábil maniobra que asegurará el entendimiento y compromiso sobre el alcance del servicio.
  • Objeto y alcance: En este apartado se enumeran los servicios prestados, así como otras necesidades y valores (mano de obra y materiales). No se detallan las especificaciones técnicas (que se incluyen en los Anexos) y se acotan todos los servicios que se ofrecerán y su ámbito. Deben detallarse todas aquellas partes del servicio que puedan resultar confusas o reclamables por el cliente, dada su naturaleza o simplemente por acuerdo de servicio. Esto evitará posibles disputas futuras sobre el alcance de los servicios prestados.
  • Lugar de prestación del servicio: La inclusión del lugar de prestación del servicio es un punto muy interesante, ya que pueden plantearse casos en los que la necesidad de desplazamiento suponga un elevado coste oculto, tanto para el cliente si se le factura por separado, como para el proveedor. Por otro lado, los accesos a infraestructuras y/o equipos pueden ser necesarios en todos aquellos casos en los que el contrato se sustente sobre un nivel de servicio específico acotado a las zonas restringidas o privación de acceso específico a personal externo.
  • Precio y tarifas: A menudo puede carecer de la importancia necesaria. Detallar si éste incluye el IVA o no es mandatario para evitar posibles disputas futuras sobre el pago del mismo. Por otro lado, los periodos e importes de facturación deben quedar claramente definidos. Recordemos la importancia de incluir la divisa en la que se facturará el servicio, así como el momento de cambio aplicado (gestión de divisas en el momento de formalizar el contrato, en la fecha de pago u otro periodo) y las unidades de tiempo en las que se factura el servicio.
  • Bonficaciones y penalizaciones: Es interesante incluir en detalle las penalizaciones sobre el pago atrasado –y bonificaciones, si existiesen, por pago adelantado- así como anticipos para el inicio del proyecto (si existiesen) y facturaciones adicionales. La duración del contrato y prórroga deben detallarse para aquellos propósitos particulares y convenios previos o acuerdos entre proveedor y cliente.
  • Garantias y nivel de servicio: Deben detallarse los indicadores que garantizaran el cumplimiento del servicio pactado, así como las compensaciones y planes de contingencia en los desvíos de la prestación. Los apartados sobre fuerza mayor, responsabilidades y seguros nos aseguraran que cada parte cumple con su parte de actuaciones en caso de improviso (ya sea económico, desviaciones en el proyecto, desastre, …) evitando posibles reclamaciones futuras.
  • Confidencialidad y protección de datos: Es importante revisar aquellas particularidades específicas del servicio, así como la revelación de secretos profesionales y acotarlas en un pacto de silencio. Del mismo modo, es importante incorporar los mecanismos necesarios para asegurar la integridad y secreto de los datos. Siempre es bueno contemplar la cesión de empleados y considerar de qué modo afecta esto al capital intelectual del proveedor.
  • Resolución del contrato: En este apartado remarcamos todos aquellos supuestos en los que se contempla la posibilidad de rescindir el contrato por ambas partes.
  • Aspectos legaqles: Los aspectos legales que se detallan en los apartados de interpretación, ley y jurisdicción terminan de cerrar cualquier vacío que se presente en los apartados anteriores. De todas formas, recordemos que la adhesion a códigos legales únicamente respalda el contenido del contrato. En ningún caso excluye o limita el ámbito de aplicación de las leyes pertinentes.

Recordemos que un contrato nunca es totalmente perfecto. Siempre existen agujeros o cláusulas incompletas que pueden incitar a la duda en su interpretación. El cometido debería ser aplicar el máximo esfuerzo para minimizar el riesgo de posibles fallos.

¿Se os ocurren más puntos importantes a tener en cuenta?

¿Eres un tecnoadicto?

Hasta hoy no lo tenía claro, pero después de un agradable paseo en familia lo he descubierto: soy un tecnoadicto.

Esta tarde he aprovechado para pasear por el Laberintos de Horta. Aunque parezca mentira nunca lo había visto y las visitas siempre son una buena excusa. Salgo de casa con el equipaje listo: mi 350D, 70-200 «copito», grip, baterías extra, 18-55, filtros, disparador, teléfono móvil… maldigo el SAT de MediaMarkt; mi HTC lleva en reparación 5 meses y no he conseguido nada tras varias reclamaciones a Consumo. En fin, me resigno a utilizar mi orientación (ciértamente escasa), leer carteles y preguntar.

Por el momento está claro: vivo rodeado de tecnología y me encanta. Cuando entramos al laberinto rápidamente tomamos la iniciativa de separarnos y escondernos del resto del grupo para hacer más interesante la búsqueda de la salida. Tras unos minutos recorriendo varios caminos sin salida, llega mi primer impulso tecnológico. ¡¡¡Necesito mi GPS!!! Si tuviese un localizador podría salir rápidamente.

Sigo caminando y noto que me he separado del resto del grupo. Tampoco he traído los walkie talkies y no puedo comunicarme con el resto del grupo. Miro mi móvil y no tengo cobertura… habrá que pensar en otra opción.

Ya lo tengo… ¡¡Google Maps!!! Seguro que puedo ver la vista aérea del laberinto, y si no aparece, siempre puedo descargarme en la PDA un mapa. De nuevo recuerdo que no tengo mi querida HTC. ¡Horror! Tampoco puedo dibujar un mapa.

Aquí viene lo peor. Visto que no podía conseguir ningún gadget para el fin, estructuré los diferentes caminos en entradas condicionales; una mezcla entre un gráfico de Gant, un XML y un algoritmo lleno de ifs, whiles, …

Este es solo el comienzo de una serie de tecnosoluciones para acometer mi meta: ¡salir del laberinto! Y es que mi orientación es realmente mala. Debo admitir que me encantan las soluciones creativas, y especialmente si la tecnología está en ella. Finalmenete dejo de pensar en soluciones tecnológicas y me decido a entrenar la mente.

Mientras buscaba la salida al laberinto, un único pensamiento ocupó mi mente: La tecnología nos hace más vagos.

Tecnología versus Privacidad

Esta mañana leía el artículo de noticias-tic.com sobre el uso coherente de la tecnología RFID. Se trata de una reflexión sobre la privacidad en el uso de los sistemas de idenfiticación por radiofrecuencia.

Uno de los aspectos más interesantes del texto es la percepción de que existe una creciente tendencia de implementar tecnología a toda costa; el mito de que los perfiles técnicos siempre quieren apuntalar cualquier tecnología por el simple echo de ponerla en funcionamiento.

En la actualidad, y seguramente desde hace ya mucho tiempo, nuestras vidas están totalmente digitalizadas. Algunas muestras (¿especulaciones?):

  • Cada vez que compramos con una tarjeta de puntos nuestro historial de consumo pasa a la base de datos del establecimiento, e incluso se cede a otras empresas: RRHH, …
  • Arrancamos el ordenador, ponemos en marcha un Firewall/filtro (yo uso LittleSnitch) y vemos como prácticamente todas las aplicaciones intentan enviar nuestros datos a sus respectivos fabricantes.
  • Nos suscribimos a alguna revista/medio y otras 100 empresas asociadas nos envian publicidad. Aquí tengo un buen ejempo: Por alguna razón en el registro de mi ciudad estaba dado de alta como chica (quizás por mi nombre…), mucha de la publicidad que llegaba a mi domicilio iba con destino a «Sra. Tedi Roca …». Desde que corregí el dato no me ha vuelto a llegar publicidad con mención de señora…
  • Nuestra dirección de correo circula por millones de listas de spam.

¿Más ejemplos?

Alineación de tecnología y objetivos de negocio

La integración entre tecnología y negocio es un factor clave para la competitividad de las empresas. Es decir, la tecnología aplicada al ámbito empresarial carece de sentido si no se considera como una herramienta integrada en los procesos de la empresa. Las empresas deben adoptar, por tanto, una política innovadora, donde la tecnología juegue un papel estratégico en el diseño de los modelos de negocio, para convertirse en entidades competitivas, ágiles y eficaces. De esta forma, deben transformarse en organizaciones «bajo demanda», capaces de reaccionar y poder adaptarse ante cualquier cambio interno o de su entorno competitivo.

Las empresas necesitan dotarse de nuevas capacidades y atributos, significativamente distintos a los que caracterizaban a las empresas tradicionales.

La tecnología aplicada al ámbito empresarial carece de sentido si no se considera como una herramienta integrada en los procesos de la empresa. Negocio y tecnología son las mismas cosas. Hablar de tecnología en estos momentos es, de hecho, hablar de cambio y transformación. En la historia del sector tecnológico y de su aportación a las empresas podían distinguirse, hasta ahora, tres grandes etapas:

  1. La primera, iniciada en la década de los 60, nace con la aparición del gran ordenador central, el “mainframe” y el comienzo de la introducción de las tecnologías de la información en la empresa, como herramienta de automatización de sus procesos administrativos. En esta etapa, las empresas automatizan sus procesos de contabilidad, sus procesos de nóminas, sus procesos de facturación.Y eso generó un valor enorme, pero no estratégico.
  2. Luego, en la década de los 80, asistimos a la segunda gran era del sector de las tecnologías de la información, con la irrupción del ordenador personal, del PC. Con esta nueva herramienta, las empresas consiguen evidentes mejoras de productividad personal y departamental. Pero aún las tecnologías de la información seguían sin provocar en las empresas ningún replanteamiento profundo en su modo de actuar y pensar,  sigue sin ser estratégico.
  3. Actualmente estamos en una nueva etapa en la que integrar negocio y tecnología es el fin de las empresas. Pero esta etapa no es nada fácil y los factores de riesgo encontrados para llegar a un buen punto también son importantes.
Nos encontramos con los siguientes riesgos:
  • La escasa presencia de tecnología de información (TI) o su empleo indiscriminado pueden ser factores de riesgo para las empresas.
  • Objetivos informáticos ajenos a la naturaleza del negocio.
  • Una planificación incompleta.
  • «Ruido» en la comunicación entre el área de informática y los usuarios internos de la tecnología.
  • Al igual que al departamento financiero ya no se le mide por su eficacia llevando la contabilidad, que se da por hecho, sino por su correcta administración y planificación financiera o al igual que al departamento de recursos humanos no se le mide por pagar las nóminas a tiempo, sino por realizar una correcta gestión de personal, mediante selección, formación y motivación, lo mismo ocurre con el departamento de IT. Hasta ahora el departamento de IT era un pozo sin fondo de gastos para la compañía, donde la alta dirección tenía miedo de mirar, bien por ignorancia, bien por dejadez.
  • Falta de formación en los directivos en las áreas de negocio, y por tanto falta de implicación en las organizaciones.

Pero los tiempos han cambiado, la alta dirección es cada vez más consciente de la importancia que una buena gestión de la infraestructura tecnológica tiene para la organización. Además la formación en IT de los directivos cada vez es mayor y precisan tener un mayor control sobre las decisiones que afectan a sus departamentos.

Este proceso de alineación de la infraestructura tecnológica con los procesos de negocio pasa por un cambio a nivel de organización (cultura, liderazgo,…), procesos y tecnología (integración, análisis, visualización, automatización,…).  Son puntos a tener en cuenta como posible factores de riesgo a ir tratando.

Probablemente sea la tecnología la parte más sencilla ya que en el mercado existen multitud de soluciones de diversos fabricantes orientadas a este cometido, sin embargo el cambio organizacional y el cambio en los procesos establecidos no son puntos sencillos y requieren de un cambio gradual.

TV en movilidad con la tecnología DVB-H

Terminal DVB-H NokiaCoincidiendo con la celebración del 3GSM World Congress en Barcelona, el pasado 14 de febrero la Escuela Universitaria Politécnica de Mataró, Abertis Telecom y Nokia participaron en una demostración sobre televisión móvil mediante DVB-H (Digital Video Broadcasting Handheld).
En el acto se analizó la actualidad de esta tecnología, su aplicación y tendencias del mercado. Además, los asistentes pudieron ver en directo la recepción de varios canales de telévision en los dispositivos móviles, así como otros servicios que ofrece esta tecnología.
El ilustrísimo Sr. Joan Antoni Baron, Alcalde de Mataró, resalto la importancia de potenciar el uso de la Televisión Digital Terrestre desde el ámbito local, creando una sinergía entre la tecnología y la sociedad, además de remarcar los numerosos beneficios que ello comporta para el ciudadano.

Por su parte, Xavier Redon (Marketing Operativo – abertis telecom), comentó el amplio crecimiento de la TDT y su expansión para hacer frente  a los límites de la TV analógica, entre las cuales se encuentra la personalización o la televisión interactiva.

En España la mayoría de provincias ya emiten en TDT y ofrecen un largo abanico de servicios como publicidad interactiva, aplicaciones, acceso condicional,  juegos, chat o telecompra. Además, la alta definición que proporciona MPEG-4 hará posible la visualización en pantallas más grandes, con mejor calidad y -muy importante- utilizando un ancho de banda de solo 10Mbps.

Nokia dio una pincelada a las tendencias y provisión de infraestructura de la mano de Ignacio Manzanares, Director de la División Mobile TV en Nokia para España y Portugal. A parte de explicar la aportación de Nokia en los terminales y cabeceras de difusión, Ignacio puso una conclusión muy interesante sobre la mesa: el público joven no consume televisión; Internet y el móvil la han reemplazado. El mejor modo de captar nuevos usuarios es a través del móvil. Acompañó esta reflexión con una extrapolación muy interesante: aún estando en casa, utilizamos más el móvil que el teléfono fijo y con la televisión sucederá igual.

Algunas de sus apuestas para DVB-H: tarifa plana para el usuario final (sin tarificación por uso), uso óptimo de la batería, cobertura frente a la movilidad, y sobretodo, que los servicios tradicionales (telefonía y SMS) no se vean afectados por el uso de esta nueva tecnología.

Ester Fernández (Maketing Estratégico – abertis telecom) reveló datos muy significativos en referencia al estado del DVB-H en España, entre los cuales destacan la aprobación del REAL DECRETO 944/2005, de 29 de julio, por el que se aprueba el Plan técnico nacional de la televisión digital terrestre y las pruebas pilotos realizadas desde el 2005 hasta el 2007 con resultados muy positivos.

Ester recordó que España se sitúa en una de las posiciones líderes dentro del mercado de la televisión móvil, y prueba de ello es la celebración del 3GSM World Congress. Aprovechando la celebración del congreso, se extendió una de las cabeceras de difusión que dan cobertura estos días en Barcelona, y que hizo posible la demostración de las posibilidades del DVB-H desde la Escola Universitaria Politècnica de Mataró.

Joan Antoni Baron
Joan Antoni Baron
Xavier Redon
Xavier Redon
Ignacio Manzanares
Ignacio Manzanares
Ester Fernández
Ester Fernández

Alineación entre TICs y objetivos de negocio

Desde el punto de vista del negocio, resulta patente la importante penetración de los Sistemas de Información en la toma de decisiones y mejora de procesos, así como el aumento de la capacidad de reacción y posición competitiva frente a otras empresas. Entonces, podemos asentir sin ningún tipo de vacilación sobre la creciente necesidad de que exista un fuerte alineamiento estratégico entre la tecnología y los objetivos de negocio.

Para entender mejor el fuerte nexo que precisan ambas partes -negocio y TIC-  probablemente deberíamos considerar las tecnologías como una herramienta estratégica,  y no únicamente como un recurso material y tangible, tal como la electricidad o el agua.

En este escrito se busca proporcionar una visión más cercana de los factores que facilitan o dificultan la alineación entre tecnología y objetivos de negocio.

Dado que desde el punto de vista de una organización podemos considerar los factores como potenciadores o disuasores del alineamiento estratégico entre tecnología y objetivos de negocio -siempre dependiendo de su nivel de asimilación y aplicación- a continuación se presentan algunos puntos claves para la integración negocio-TIC.

  • Problemas de comunicación y entendimiento entre el Departamento de SI/TI y el resto de áreas de la empresa. Se debe poder transmitir el nivel de impacto desde/hacía otros departamentos, así como las ventajas que las tecnologías pueden proporcionar, tratando siempre en conjunto la empresa como una ente con objetivos comunes. Para ello, el CIO y las personas de su departamento utilizaran un lenguaje comprensible para otros departamentos. Del mismo modo, es imprescindible que éstos conozcan los términos empleados en otros ámbitos de la empresa, por ejemplo, los contables.
  • Estrategias  y visión diferentes sobre el negocio y las TIC. Alineamiento estratégico.  En  muchos casos no se transmiten y/o interpretan correctamente los objetivos de negocio y la visión estructurada de las metas de la organización. Podríamos afirmar que el Departamento de SI/TI posee una visión estrictamente técnica de las metas de negocio y puede llegar a basar la toma de decisiones en pilares económicos y tecnológicos, pero no de negocio.
  • Utilización de las tecnologías como un recurso tangible -o facility- y no como un elemento estratégico. Típicamente se toman las TIC como un bien material y el conjunto de dispositivos únicamente como un recurso tangible, tal como podría ser una escalera mecánica o la iluminación de una sala. Para asimilar el potencial absoluto que proporcionan las nuevas tecnologías al servicio de la empresa, éstas deben considerarse como una herramienta de estratégica y un conjunto de elementos de gestión y procesos.
  • Involucración de las diferentes áreas de la empresa y actores en las TIC. Partiendo de la primordial necesidad de que la Dirección apueste por los Sistemas de Información de la empresa y dedique los esfuerzos necesarios, -tanto económicos como en fuerza humana- la organización en su totalidad debe participar íntegramente de la utilización de sus recursos tecnológicos. Precisamos de una comprensión global de su potencial y una total asimilación del flujo de procesos que ello representa, así como una aceptación de los empleados. Esto implica que los diferentes actores reciban la formación adecuada y la utilización de los recursos suponga una ejecución cómoda de sus tareas diarias.
  • Financiación de las TIC. Éstas resultan uno de los elementos con mayor coste para la empresa, tanto por el capital a invertir en dispositivos y elementos necesarios para el despliegue del SI, como por la dedicación de capital humano involucrado en el desarrollo y mantenimiento de la tecnología empleada en el desarrollo de negocio. Por otro lado, existe la errónea creencia de que invertir en Tecnologías de la Información significa solventar cualquier problema. El ROI y la necesidad de capital humano deben tenerse presentes en todo momento.
  • Las Tecnologías de la Información repercuten directamente en el negocio. Es necesario comprender que -como en cualquier otra área- las decisiones y actuaciones llevadas a cabo por el Departamento de SI/TI tienen un reflejo, más o menos directo, en el resto de áreas de negocio. Como hemos visto, asimilar las necesidades de negocio es  una de las principales necesidades, y sin embargo, también se debe contemplar el efecto contrario: una mala planificación o decisión errónea repercute negativamente sobre el negocio.

Innovación en las TICs

La innovación se percibe a menudo como un modelo de gestión más o incluso una práctica dentro de la rutina habitual de las empresas, y especialmente, en el mundo de las Tecnologías de la Información. Personalmente no dudo de que se trata de un pensamiento estratégico y se debe digerir como una filosofía y no como una práctica.

Esta tarde tenía una conversación con un compañero -una persona con larga carrera a las espaldas- y me comentaba que después de casi cuarenta años de profesión, en los que había conseguido sus metas, lo que realmente llamaba su atención en estos momentos es seguir con su rol pero con otro cometido: ofrecer servicios de consultoria con un alto nivel de calidad real. Opina que en repetidas ocasiones se venden proyectos en los que el producto o los servicios son buenos o aceptables pero quedan demasiado distantes de un resultado EXCELENTE.

Pensando en los factores que pueden sustentar a una consultoría que ofrezca un alto porcentaje de servicios excelentes rápidamente viene a la mente las repetidas declaraciones de principios de las ¿decenas? ¿cientos? de empresas tecnológicas que nacen cada día. A continuación solo queda espacio para trazar una gráfica exponencial en el espacio bidimensional dinero-calidad. Probáblemente los términos «cost reduction» y las crísis pasadas puedan decirnos mucho al respecto. Y es que en un mercado tan cambiante y competitivo como es la tecnología, ofrecer servicios de calidad a bajo coste parece un reto imposible.

Centrándome en los modelos de negocio de varias empresas cercanas a mi, consigo encontrar el valor de la marca, el servicio económico, los proyectos especializados y las actividades temporales. En ningún caso aparece la componente «calidad» para definir la percepción de los diferentes clientes y proveedores como el máximo exponente de estas compañías. A simple vista parece imposible ofrecer un buen servicio si éste no resulta caro para el cliente final, así que intento buscar otros puntos de flexión que puedan garantizar altos baremos de calidad en una empresa. Esto me hace recordar un mensaje de Dídac López sobre el papel de la innovación en las TIC, en el que comenta que mucha gente lo considera un arte y no únicamente una práctica. Esto viene a decir pues, que la capacidad de generar nuevos entornos de gestión tecnológica y presentar la visión de una empresa como un ente nuevo y visionario están pendientes de una mano hábil.

Lo siguiente que debemos plantearnos es el límite entre la innovación y la oportunidad. Innovar es crear algo nuevo. Salimos de los patrones y generamos una idea o ideas potentes que caracterizan el modelo de una empresa como una retroalimentación de la tecnología contemporanea. Innovamos con el día a día. Por el contrario, si luchamos por vender un producto nuevo y sin explotar, estamos encontrando la oportunidad. ¿El boom de las .com fue innovación o oportunidad? Podemos dividir dos frentes: la idea sobre el modelo de negocio (innovación) y la explotación global de la idea (oportunidad). Así pues, la innovación va reñida con el plagio de modelos.

Tras esta reflexión podemos constatar que innovar nos conduce a crear valor diferencial sobre otras organizaciones y este valor nos conduce a la optimización del día a día. No hay duda: en las TIC nos viene al pelo la dicha «innovarse o morir». Y sí, probablemente se trate de un arte que no está al alcance de todos. De otro modo nos encontrariamos con un mayor número de empresas competitivas en las que parte de su valor diferencial se basa en la fuerza para adaptarse a los cambios e innovar día a día en los procesos, servicios, productos y mil puntos estratégicos.

Alinear las TICs con los objetivos de negocio

¿Existe un alineamiento de las Tecnologías de la Información y Comunicación con los objetivos de negocio?

Permitidme responder a esta pregunta con un NO rotundo; y se me ocurren un gran número de motivos.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación evolucionan a un ritmo tan vertiginoso, que en muchas ocasiones resulta difícil asimilar los cambios y establecer una pauta acorde a los objetivos de negocio. Esto nos lleva a pensar que en muchos casos no existe una alineación entre la estrategia de negocio y las TIC, o en el mejor de los casos, no se cumple adecuadamente.

En primer lugar, existe la percepción errónea de que el CIO de una empresa es el Informático, el Departamento de Sistemas de Información es el grupo de soporte para cuando algo no funciona y optimizar las TIC significa comprar equipamiento más nuevo y más caro. En general, no existe una cultura corporativa que inculque las TIC como un elemento estratégico. Desde luego, esto no sucede con otros departamentos que históricamente han conformado un conjunto estable en la toma de decisiones y filosofías de la empresa: tienen terreno ganado en tiempo y cultura.

Por otro lado, hay una gran tendencia a pensar que una gran organización propicia un mayor nivel de atención a las tecnologías y establece un elevado nexo con los objetivos de negocio. Sin embargo, no podemos contemplar esta afirmación como una verdad absoluta ya que en muchos casos se cae en el error de abaratar costes hasta límites insospechados (a menudo reduciendo capital humano -> conocimiento) o simplemente se externalizan servicios a proveedores que no ofrecen una proyección adecuada sobre el marco corporativo, principalmente al no integrar adecuadamente los procesos de negocio con las TIC.
En el caso de las PYMEs, podemos pensar en una mayor cercanía de las personas, lo que se traduce en una preocupación común sobre el impacto y un conocimiento más exhaustivo de los problemas. Por otro lado nos topamos con filosofías de gestión de negocio prehistóricas, que apuestan por modelos tradicionales, excluyendo las TIC de los elementos estratégicos de la empresa.

¿Conocen las personas con peso decisivo la importancia de las TIC en la empresa? En muchos casos, éstas se toman como una inversión -o incluso gasto- que debe minimizarse, llegando al punto en el que se consideran una provisión más en la empresa, tal como la luz, el agua o el mobiliario.