La semana pasada traté de actualizar mi sistema para pasar de Lion and Mountain Lion, pero se produció un error durante la instalación, que indicaba que el disco duro estaba dañado y no podía repararse. A partir de ahí, mi Macbook sólo arrancaba el instalador de Mountain Lion y no me permitía acceder al volumen que contenía Lion.
Pasé unas cuantas noches tratando de cientos de soluciones y cuando estaba a punto de borrar el disco apareció la luz. Después de tratar de reparar el volumen con la Utilidad de Discos, vi que el problema era el error Número de archivos de volumen no válido.
A continuación os explico lo que hice para recuperar el acceso a mi volumen con Lion, solucionar los problemas en el disco duro e instalar Mountain Lion. Para ello necesitarás Disk Warrior y un disco duro externo.
Recuperación del volumen que contiene tu actual instalación de Mac OS
Arranca en modo seguro. Reinicia el Mac y después del boing mantén pulsada la tecla Mayúscula hasta que aparezca una barra de progreso.
Si no lo has hecho todavía, instala Disk Warrior.
Ves a Preferencias> Disco de inicio y selecciona el volumen que contiene tu sistema operativo.
Selecciona el volumen que tiene el sistema Mac OS.
Elija Activar Resgistro en el menú Archivo.
Instalación de Mountain Lion
¡Estamos listos! Sólo tienes que ejecutar el instalador de nuevo y disfrutar de Mountain Lion!
Recuerda hacer copias de seguridad de tusdatos periódicamente.
Otras cosas que no me funcionaron a mi, pero pueden ser útiles en otros casos:
Arrancar desde el CD de Disk Warrior -> No se muestra el volumen con el sistema operativo existente.
Arrancar desde la partición de recuperación y tratar de arreglar el problema con la Utilidad de Discos -> Utilidad de disco no fue capaz de solucionar el problema.
Arrancar en modo monousuario y tratar de arreglar el problema con fsck y fsck_hfs -> fsck no fue capaz de solucionar el problema.
También puedes revisar este hilo de las discusiones de Apple, donde Karl explica algunas pruebas muy útiles.
El modelo propuesto por Tannenbaum y Schmidt muestra la relación entre el nivel de libertad que el manager proporciona al equipo y el nivel de autoridad utilizado por manager. Tanto como crezca el nivel de libertad del equipo, en esa misma proporción decrece el nivel de autoridad del manager.
En este sentido, se proponen 7 niveles de libertad delegada:
El Manager decide y comunica la decisión.
El Manager decide y vende la idea al equipo.
El Manager presenta la decisión con un conjunto de ideas de apoyo e invita a discutirlo.
El Manager propone una decisión provisional e invita a discutirlo.
El Manager propone la situación o problema, invita a discutirlo y luego decide.
El Manager explica la situación, define los parámetros y pide al equipo decidirlo.
El Manager permite al equipo identificar el problema, desarrollar las opciones y decidir las acciones dentro de los límites disponibles.
Para al análisis utilizamos la figura de Steve Ballmer. El Directivo de Microsoft trazó una estrategia especial para la comunicación del desarrollo de su sistema operativo Windows 7. Una vez gestada la idea inicial y trazada la estrategia, inició una serie de comunicaciones internas en las que hicieron demostraciones del sistema a sus empleados.
Podríamos decir que en la situación actual de esta organización, en la que sus productos están recibiendo metiera críticas y necesitan de un apoyo fuerte de su imagen y credenciales de sus productos, es vital que sus empleados se convierten en embajadores de los sus productos.
Podemos pensar pues que este directivo ha tomado una serie de decisiones cerradas (sin derecho a discusión) que no sólo comunica a los equipos de trabajo, sino que además tiene que vender internamente. Estaríamos en el segundo caso:
El Manager decide y vende la idea al equipo.
Sin embargo debemos pensar que no sólo ha sido su decisión. Probablemente detrás hay un órgano de gobierno suficientemente importante para apoyar esta decisión.
Después de actualizar a la última versión de software en mi iPhone 4, cada vez que activaba el servicio 3G desaparecía la cobertura y aparecía el mensaje «Sin servicio». La única solución que encontré durante más de un mes ha sido reiniciar el teléfono con el 3G desactivado.
Tras visitar unos cuantos foros, consultar en la Comunidad Movistar y llamar decena de veces al 1004 (atención al cliente de Telefónica), una operadora me indicó que había oído hablar de algunas tarjetas defectuosas y me instó a visitar una tienda del grupo para que la reemplazasen. Pasé por dos tiendas donde me indicaron que ellos no disponen de las tarjetas que funcionan correctamente y finalmente, en la tercera conseguí que me hiciesen un duplicado (previo pago de 6€, reclamaré a Telefonica obviamente).
Al final la broma me ha costado estar unas semanas sin 3G, un par de días sin poder recibir llamadas, restaurar el móvil unas cuantas veces, borrar datos y otras tantas pruebas. Pero cambiando la tarjeta, he recuperado la conexión 3G.
Según me indicó una persona de «La Mesa Gurú» de Movistar, las tarjetas afectadas son las que tienen el siguiente ICCID:
Todas las que comienzan por 8934 0724
Algunas de las que comienzan por: 8934 0754
Puedes consultar el ICCID de tu tarjeta accediendo a «Ajustes > General > Información > ICCCID» o comprobando el número impreso físicamente en la microSIM.
Solicité el alta del servicio de ADSL con Yacom el día 12 de junio y a día de hoy todavía no tenemos conexión (sí, hace ya más de 2 meses). Desde entonces un gran cúmulo de despropositos han ido sucediendose en lo que yo calificaría como el peor servicio de atención al cliente de este pais. Y todos sabemos que hay una notable competencia; de mal servicio y poco respeto a los derechos del consumidor, no de proveedores de Internet.
Desde el primer día, el técnico de Movistar nos dijo tanto al técnico de Yacom como a mi, que en la central no llega señal de Yacom, pero esa no ha sido suficiente explicación para que nos hagan perder el tiempo y la paciencia de manera reiterada una y otra vez.
Nos han citado en 7 ocasiones para revisar la instalación del domicilio (aun sabiendo que la señal no llega a la central). De estas citaciones, para «pruebas conjuntas», en 4 ocasiones el técnico no ha aparecido por casa (supongo que aprovechó para irse a desayunar) y en algunas de ellas ha comunicado en la incidencia que me nos había notificado que no iba a venir (mentira!!!).
He intentado abrir una reclamación decenas de veces. Algunos agentes me han asegurado que me han abierto la reclamación y al volver a llamar otros me indican que no hay ninguna reclamación. Otros agentes simplemente me han indicado que me pasaban con el departamento de reclamaciones y me desvían al soporte técnico.
He enviado tres correos a acceso@ya.com con mi reclamación, que nunca han respondido, aunque en mi incidencia indican que sí lo han hecho.
He hablado con todos los departamentos que se mencionan al iniciar la llamada y decenas de veces me han indicado cosas como que: mi situación es una vergüenza y es inadmisible y que ahora mismo el agente se levantaba de su sitio para comunicarlo en persona a sus superiores, y que me iban a llamar en unas horas para explicarme el motivo de tal caos. Nunca me han llamado (y la primera promesa ya fue hace tres semanas).
Todos los agentes se niegan a pasarme con un coordinador del área.
Llevo ya unas poquitas incidencias y otras cuantas revisiones de mil tonterias, mientras que Yacom se niega a ir a la central a revisar el problema y Movistar se lava las manos. Supongo que el tema va de que las empresas subcontratadas que tienen cobran por cada visita realizada o simplemente los trabajadores están tan poco satisfechos con su trabajo que lo hacen todo lo mal que pueden.
La única solución que me ha dado Yacom es invitarnos a darnos de baja sin que nos pongan ninguna pega (¡wow! todo un lujo…), dado el mal servicio que estamos recibiendo. Así que después de dos meses sin Internet, hemos decidido hacerles caso. En esta ocasión he enviado una denuncia a la Agencia Catalana de Consumo de la Generalitat. A diferencia de la reclamación, que es el instrumento que suelo utilizar para pedir compensación o subsanación de daños, la denuncia sirve para poner en conocimiento de la Administración hechos que puedan constituir infracciones administrativas y defender los derechos generales.
Lo peor de todo esto no es que existe una avería que no se soluciona desde hace tanto tiempo, sino que un cliente pueda tener una incidencia abierta durante mas de 2 meses por corte de servicio y en Yacom nadie sepa ni cuál es el estado de la incidencia, ni si alguien se está haciendo cargo ni qué es lo que sucede exactamente. Intento imaginarme los motivos de esta situación y lo único que me viene a la cabeza es una serie de departamentos sin ganas de trabajar pasándose la pelota y unos responsables de área tremendamente saturados por estas situaciones o siempre pasivos sin ganas de actuar.
Y como toda buena historia, ahí van mis 3 lecciones aprendidas que comparto con vosotros a modo de sugerencias:
Si te atiende un operador que no escucha tu problema, no es resolutivo o simplemente te miente, no pierdas el tiempo, cuelga la llamada educadamente y vuelve a llamar para hablar con otro operador. Cuando recibas la llamada para valorar la calidad de la atención recibida, expresa tu opinión valorando la experiencia.
Si consideras que se vulneran tus derechos, reclama. Quejarte en un foro o contándoselo a un amigo no cambia las cosas. Haz uso de los mecánismos oficiales y si necesitas información empieza por acudir a la Oficina Municipal de Información al Ciudadano.
Vivo en España desde hace 29 años, que son exactamente los mismos que han transcurrido desde que nací. En multitud de ocasiones he intentado acostumbrarme a esta filosofía de vida tan nuestra que reza «¡Es lo que hay!» cada vez que algo no funciona, pero afortunadamente todavía me emociona la idea de pensar que las cosas pueden cambiar.
Si echamos un vistazo a Europa y nos acercamos al trato que los consumidores reciben por parte de las empresas que operan en los países vecinos, rápidamente nos damos cuenta de que estamos solos. España, con la Ley bajo el brazo, alardea de proteger a sus ciudadanos frente a las prácticas abusivas de algunas empresas. El caso es que existen mecanismos de defensa del consumidor, pero por algún motivo no funcionan o son tan desgastantes que uno rápidamente decide evitarse dolores de cabeza y pensar ‘¡Es lo que hay!’.
Hace un tiempo pataleaba porqué MediaMarkt me entregó un móvil HTC defectuoso que tardaron 5 meses en reparar (y que me devolvieron 3 veces con piezas rotas). Cuando conseguí solventar ese problema, adquirí un iPhone en una tienda Movistar, donde me obligaron a contratar un servicio que no quería y que podría dar de baja al día siguiente, como condición para entregarme un el teléfono (ese es su modo de colar altas cuando te engañan con la disponibilidad del aparato) y al intentar darlo de baja se negaron. Unos meses después me mudé de piso y volvieron las «irregulares» prácticas de algunas empresas. Endesa nos obligó a contratar la máxima potencia (9,2kW) que soporta la instalación para dar de alta la luz. Y ahora, mi última aventura me lleva a estar 2 meses sin conexión de Internet en casa, porqué Ya.com y Movistar no paran de pasarse la pelota sobre quién debe solucionar una avería.
Imaginad cuántas horas de mi vida invierto en «patalear» con tal de no conformarme con pensar que este país es así y ¡es lo que hay!. Cuando reclamas en la empresa, o te cierran las incidencias inventándose que el problema está solucionado o que no te han podido localizar. Si pides escalar el problema a una queja formal, ésta nunca a llega a los supervisores de los departamentos. Cuando se trata de las Administraciones, a menudo su respuesta es que ellos no conocen la normativa, que es responsabilidad de otra área (incluso aquí se pasan la pelota) o simplemente asumen que la empresa está incumpliendo las Leyes y te invitan a que reclames por tu cuenta. Cuando acudes a las organizaciones de defensa del consumidor, la cosa suele terminar en que la empresa no se adhiere al arbitraje de consumo o en que, teniendo el consumidor la razón, la única vía es denunciar a la empresa.
Al final, la culpa no es ni de las empresas ni de las Administraciones. Es culpa nuestra por no exigir que las Administraciones y organizaciones públicas de defensa del consumidor cumplan sus obligaciones, por quejarnos a grito limpio en lugar de inundar a los departamentos oficiales de consumo de reclamaciones y, sobretodo, por tener tan arraigada la costumbre de asumir que lo normal es que las cosas no funcionen y nos soseguemos pensando que ¡es lo que hay!.
Hace unos días se publicó un interesane artículo en la revista Capital, titulado «Menos sueldo y más Trabajo. ¿Así se motiva al Empleado?».
A primera vista el titular estremece un poco, pero habla de temas muy importantes, como es la necesidad de incrementar la productividad de las empresas españolas. Cita como ejemplo a Iberdrola que, junto con otras medidas, está negociando la posibilidad de ligar las subidas salariales a los resultados de la empresa y no al IPC. Parece una fórmula muy interesante para incrementar la eficiencia de las empresas. Entre otros, frenarían situaciones como la situación de Telefónica, que despedirá un importante porcentaje de la plantilla, aunque se encuentra en una situación financiera más que sana.
A mí me gustaría que las empresas no se comprometiesen a guardar los puestos de por vida ni a aumentar el sueldo cada año, sino que valore el trabajo de las personas y, si cumplen las expectativas, les recompensen cuando toca, aunque esto signifique tener un sueldo base muy pequeño. Creo que esto estimularía mucho a la gente a formarse, tener actitudes más proactivas y ser más eficientes.
Gran parte de la situación actual no tiene nada que ver con los trabajadores y sus motivaciones, pero desde luego hemos de cambiar la mentalidad y olvidarnos de la zona de confort a la que mucha gente se apalanca sin mas ambiciones que calentar una silla cada día.
El pasado fin de semana empezamos una experiencia increíble, y que llevábamos mucho tiempo planteándonos: El Camino; en este caso, el Camí de Sant Jaume, también conocido como el Camino de Santiago Catalán. Este pretende ser el primero de varios posts explicando nuestras experiencias conforme vayamos avanzando en las etapas. Todo empezó con una lista de objetivos que los dos (Karen y Tedi) nos planteamos. Algo simple, pero divertido: unos 10 objetivos que cada uno nos comprometíamos a cumplir en un plazo no superior a 3 meses. Uno de ellos era hacer una gran ruta. Y así nos adentramos en el maravilloso mundo del Camí de Sant Jaume. Karen trabajó intensivamente en la preparación del viaje, buscando las rutas, alojamientos, transporte y otras hierbas para poder alcanzar el estatus de peregrinos. Planteamos la excursión a muchos amigos y algunos se mostraron interesados, aunque la pereza pudo con ellos, a excepción de Paula y Fabio, que guardaron reposo por un imprevisto acontecido en la clase de esgrima de Paula. Así que los dos nos encontramos el día 18 de Marzo del 2011 a la salida del trabajo, compuestos y con la mochila a los hombros, dispuestos a esforzarnos para llegar al final de la etapa.
LA MOCHILA
Previamente habíamos echo una lista con el equipaje que debíamos llevar. Tras seguir algunos consejos que encontramos por la red y un poco de sentido común, comenzamos a llenar el petate, con las siguientes cosas:
Sacos de dormir
Ropa cómoda para caminar
Chubasquero
Muda ropa interna
Ropa de abrigo
Bambas cómodas y que hayas utilizado antes
Material para la higiene personal
Toalla
Jabón de ducha
Zapatillas
Navaja
Cantiplora
Barritas de cereales
Bocadillos
Agua
Linterna
Crema antirozaduras para los pies
Parches compeed para evitar ampollas
Cámara photos
Cargador emergencia USB
Teléfono móvil
GPS (opcional)
Botiquín de primeros auxilios
Candados para la mochila
Palos trekking
Mapas de la ruta
Esterilla para dormir
EL CAMINO
Empezamos nuestra ruta en Plaza Catalunya, desplazándonos en metro hasta Plaza España para posteriormente pillar el Ferrocarril hasta Monistrol de Montserrat. Lo interesante es subir con el Aeri o con el tren cremallera, pero el servicio terminaba bastante temprano, así que no nos quedó otra que pillar un taxi desde Monistrol hasta Montserrat. Por suerte, encontramos unos chicos que también subían y dividimos gastos, porqué la supuesta «empresa» de taxis cobra la friolera de 25 euros por los 10 minutos de trayecto. Ya en Montserrat fuimos a buscar las llaves de la residencia al Hotel Abadia. La residencia de la Fundació Abadia de Montserrat 2025 es un sitio mas que recomendable para pasar la noche, ya que tiene habitaciones con literas, duchas con agua caliente, microondas, nevera y en general es un espacio bastante limpio y bien conservado. Nos costó un poco encontrar el lugar, pero preguntando y haciendo servir el mapa que nos entregaron junto a las llaves, logramos llegar. Dejamos las mochilas, nos merendamos los bocatas y fuimos a buscar un caché escondido por la zona y custodiado por una araña gigantesca. Después de un corto paseo, dormimos tranquilamente; tanto que al día siguiente nos despertamos muy temprano como buenos peregrinos: a las 10 de la mañana 🙂 Fuimos a desayunar a la cafetería que hay en frente del funicular (precio abusivo, por supuesto) y nos aceramos a la Pastoral para sellar nuestras credenciales de peregrinos y empezar el camino. Allí nos atendió una mujer encantadora, que nos explicó cómo empezar el camino y con la que charlamos un rato. Con todo listo, nos dirigimos hacia los balcones de Montserrat, cruzamos la rotonda e iniciamos la ruta.
Camí dels Degotalls La ruta se inicia siguiendo el Camí dels Degotalls, que está muy bien indicado y ofrece unas bonitas vistas a Montserrat, además de ser un lugar muy tranquilo para pasear junto a diferentes murales religiosos. Avanzando por el sendero principal y llegamos a un desvío señalizando el Monestir de Santa Cecília, donde empieza un sendero más boscoso y que tomaremos bajando las escaleras situadas tras las dos columnas de piedra. Siguiendo este estrecho camino llegaremos hasta la carretera BP-1103. Cruzamos la carretera y seguimos caminando por el arcén hasta llegar a Santa Cecília de Montserrat.
Santa Cecília de Montserrat Aquí hacemos nuestra primera parada y empezamos a sentir los primeros signos de ampollas en los pies, que en los siguientes días recordaremos con poco cariño (nota mental: no comprar calcetines baratos del Decathlon). Proseguimos por el arcén de la carretera, en algunos lugares separado por una valla, y seguimos avanzando por la BP-1103, buscando un lugar para comer. Haciendo uso del mapa de la ruta, queríamos encontrar una parada estratégica para llenar el estomago, pero nuestra búsqueda no dio grandes resultados. Nos desviamos hacia la BP-1101 y luego la BP-110 hasta llegar a Can Maçana.
Can Maçana En este punto la ruta se divide en dos: el camino para bicigrinos (peregrinos en bici) y peregrinos a pie. La primera opción, que es la que nosotros escogimos -porqué buscábamos un lugar para comer- nos lleva directamente por asfalto (BP-1101 y BP-110) hasta poco antes de llegar a Castellolí.
Sant Pau de la Guàrdia Al no coger el camino convencional (indicado para peregrinos a pie), no hemos visitado la ciudad de Sant Pau de la Guardia, simplemente hemos pasado por la entrada de la ciudad en la Carretera BP-110 (que se convertirá en NII-a).
Montserrat Park Ha sido un lugar de paso, simplemente por por la carretera que cruza la ciudad. Lo más curioso es que nos encontramos con un grupo de 4 personas (de unos 50 años o más) que hacían el mismo camino que nosotros, a pie, pero que simplemente iban a sus casas. También es importante saber que un poco más adelante cogeremos una desviación hacia Castellolí por la montaña y dejaremos la carretera (cosa que se agradece bastante). Luego hay un tramo un poco (bastante) peligroso, que es cruzar un puente sobre la Autovía en contra-dirección para llegar en la entrada de la ciudad. Realmente ha sido una experiencia bastante desagradable, ¡pero llegamos vivos! 🙂
Castellolí Aquí estamos, en nuestro segundo punto de «descanso»… Castellolí. De antemano es importante agradecer su preocupación por acoger a los peregrinos. Han sido amables y atentos, pero a parte de esto, Castellolí es una ciudad sin mucho que ver.. pero con mucho que escuchar. Está muy cerca de un circuito de motocicletas y coches de carrera que hacen un ruido ensordecedor y continuo durante toooodo el día y parece que es la principal actividad de la ciudad. El Punto de Acogida está en la Antigua Escuela y simplemente han reservado un aula para que pudiésemos dormir. Al llegar al Café La Brillante, hablamos con el camarero que nos busco las llaves y nos enseñó el camino hacia el aula: un lugar que aún se encontraba lleno de mobiliario escolar, piano, armarios, muchas sillas, pizarra, etc. Nos quedamos a cenar en el Café la Brillante porqué ya nos apretaba el hambre y estábamos cansados para buscar otro lugar. Comentar que no es nada recomendable comer aquí, ya que la comida es muy aceitosa y tan cara como en Barcelona. Cosa que nos dejo bastante indignados porque esperábamos disfrutar de comida caçolana. Nuestra parada nocturna coincidió con un partido del Barça-Sevilla y pudimos presenciar el bar lleno de gente (supuestamente con todos los hombres del pueblo) mirando el partido mientras cenábamos. Ha sido un acontecimiento antropológico bastante curioso.
Al dirigirnos a nuestro punto de acogida, nos encontramos con los jóvenes del casal de joves que estaba al lado de donde íbamos a dormir y eso significó (otra vez) un constante ruido nocturno de la juventud del pueblo (gritos, risas, música y jaleo). La verdad es que no fué la noche más agradable de este tramo, entre el suelo lleno de polvo donde teníamos que dormir, el ruido que provoca la ciudad y la poco agraciada comida en el bar… salimos con un poco de mal sabor de Castellolí, deseando llegar a Igualada.
Igualada Después de hacer nuestros últimos 7-8 Km entre carreteras y naturaleza (además de disfrutar de un día maravilloso), llegamos a nuestro destino… Igualada! 🙂 Antes de pasar por la Iglesia de Santa Maria para que nos sellasen la credencial, hemos decido parar para comer algo sabroso en un restaurante que se encontraba muy cerca de la zona industrial de la ciudad. Luego emprendemos nuestros últimos 2Km pasando por los FGC y el centro histórico (muy guapo), hasta llegar a la Iglesia y así finalizar este tramo 1. 🙂
Hemos utilizado los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya, tanto para ir como para volver. Os indicamos en los trayectos: Barcelona > Montserrat
Tenemos que coger el Ferrocarriles en Plza. España hasta Monistrol o Monistrol Aeri (Coste: 4,05€; Duración del trayecto: 1h10min)
El Cremallera hasta Montserrat cierra a las 17:00hras
En funicular/aerio en la parada Montserrat-Aeri cierra a las 19.00hras
Existe la opción de coger un Taxi (tel.: 607329946) (Coste: 25€-30€; Duración del trayecto: 10min)
También se puede subir caminando y se tarda aproximadamente 1h30min.
Igualada-Barcelona
Coger el Ferrocaril de la linea R6 en Igualada hasta Barcelona Plza. España (Coste: 6,05€; Duración del trayecto: 1h40min).
Recomendable llevar comida, tienen una pequeña cocina con nevera y microondas.
Más que recomendable llevar saco de dormir y toalla
Es necesario ser peregrino para dormir en este albergue
Castellolí Punto de Acogida (Antigua Escuela) www.castelloli.cat Av. de la Unió, 60 – 08719 Tel. 93 808 40 00 Fax 93 808 31 11 Información de Interés
No hay albergue, simplemente han puesto a disposición de los peregrinos un punto de acogida para que puedan dormir. Por eso es importante saber que no hay cama (se duerme en el suelo), no hay duchas (aunque tienen un lavabo disponible para los peregrinos) y no hay cocina.
Para llegar tenemos que buscar el Ajuntament de Catellolí (entre semana) o el Café La Brillante que esta delante de la Antigua Escuela (fines de semana). Ellos sellaran el carnet de peregrino y abrirán las puertas del lugar donde se duerme.
Si se plantea no dormir en Castellolí el siguiente Albergue se encuentra en la ciudad de Jorba, que esta después de Igualada.
Comida
En este viaje no tuvimos la oportunidad de disfrutar de una buena culinaria. En Igualada pudimos comer algo que no fuera bocadillos o comida grasienta, más bien era caçolana y sabia de maravilla… Sobretodo cuando llevas todo el día caminando y tienes un agujero profundo en la barriga. 🙂